Utilice solamente cajas rígidas en buen estado, con todos los bordes intactos.
El cierre debe ser resistente. Utilice celo resistente mejor que papel adhesivo o cuerdas. Así evitará que la caja se desgarre o que se dañe el contenido. Para el envío de objetos nuevos, como regalos, le aconsejamos que los vuelva a embalar. El embalaje original y su cierre no suelen estar adaptados al transporte.
No exceda las especificaciones de peso para su caja.
Asegúrese de que el embalaje no esté dañado de ninguna manera (las cajas usadas o dañadas pueden perder del 30% al 60% de su fuerza) y que todas las solapas de las cajas estén intactas.
Si se envían líquidos, compruebe que los recipientes se encuentran herméticamente sellados.Para el envío de mercancías muy frágiles, sugerimos el uso de cajas de madera y separadores en el interior.
Pegue bien todas las juntas y solapas con cinta adhesiva ancha.
Si hay más de un objeto en la caja, envuelva cada uno por separado, así evitará que puedan dañarse entre ellos.
El contenido de su paquete debe estar protegido de forma óptima contra golpes y choques. Utilice un embalaje robusto y resistente, por ejemplo, una caja de cartón ondulado. Para objetos de mucho valor, puede utilizar un cartón de calidad superior de doble capa. ¿Prefiere reutilizar una caja? En ese caso, despegue todas las pegatinas y las etiquetas y asegúrese de que sigue en buen estado.
Si el contenido del paquete es frágil, le aconsejamos que coloque la indicación «frágil» en la caja Esta indicación no le exime de embalar el paquete de forma resistente. Le aconsejamos que embale el paquete de forma que pueda resistir una caída de 80cm.
Si quedan espacios vacíos en el paquete, le aconsejamos que los rellene. Para ello, utilice papel de periódico u otros materiales ligeros. De esta manera, el contenido de su paquete no se podrá mover.